pero me sorprendo de mí y de mis caderas de esas amas de casa de los 50 con sus síndromes, todos ellos. los cuales encuadraría para decorar mi espacio que ahora está bien desorganizado.
vivo en el cuerpo de otra que juega a ser mí, pero no soy yo. sos vos.
lentamente me doy cuenta de mis problemas de ética y de la yuxtapuesta verticalización de mi espíritu.
encerrada en una casa, una vez tuve un secreto. y mi boca seguirá cerrada para que las arañas no entren.
y soy esta que es así.