Seguro que se deprime

Sé más cosas de las que debería saber. Viví más experiencias de lo normal. No entro en ningún parámetro, o al menos eso creo porque nunca dí en la tecla, alguien que realmente lo sienta.
Odio la impotencia, el saber que a pesar de las vueltas todo va a quedarse calmo. Que hay miles de kilómetros de todos aspectos, con campos y sombras.

Necesito de paredes blancas, acolchonadas como nubes. Un blanco puro, que se pierda en las retinas y que si yo lo miro desde ahí se continue hacia el infinito.
Necesito perderme para encontrarme. Necesito un escritorio.

El freno mental del lápiz sobre la hoja, es la misma sensación de intimidarse adelante de todos. ¿Pero cómo vos, tan verborrágica, desfachatada hablando de negocios te quedás en la introducción y te perdés en una mente trágica, sin puntos ni comas?
Una ilusión se regenera en mil maneras día tras día para proteger de la humanidad. La humanidad del ser humano, la psicología inversa, la psiquiatría que seda inútilmente.

Y cambia, con labios que se confunden en rosa, pómulos deseosos de ser sonrojados y zapatos de punta con nombre de taco estridente.

Quiero violencia, viento que despeine las ideas y refresque a la mente.Quiero nervios de sensación gustosa. Quiero paz egoísta.

Me declaro inocente aún en ese juicio eterno. Yo tengo mis propios pecados. Nos llevamos mil quinientos y un año pero estamos en el mismo lugar, perdidos. Creo en la muerte de río.

¿Cómo hacerte reír si no distingo?¿Cómo no mentirte si me necesitás?¿Cómo ser real, si lo real se perdió años atrás cuando las Barbies comenzaban a copular?


Sí, sigo siendo Ana.



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seguro que se deprime